Casa Panchés // ARROKABE Arquitectos SLP

ARQUITECTURA

El proyecto resuelve una pequeña vivienda respondiendo a 3 premisas claras:

– > La parcela, en la falda del monte Pindo, cuenta con una fuerte pendiente que desciende en la dirección este-oeste, mínimamente domesticada por muretes que generan pequeños bancales.

– > El territorio en el que se asienta, en el límite del núcleo construido, se caracteriza por la presencia de afloramientos graníticos y construcciones tradicionales ejecutadas con fábricas de la misma piedra. El subsuelo del solar cuenta con este tipo de roca a escasa distancia de la superficie.

– > El asentamiento cuenta con vistas panorámicas al mar desde el sur hasta el noroeste. En esta orientación, acompañando a la puesta del sol en verano, se muestra Finisterrae, el punto más occidental de nuestro continente.

Atendiendo a su carácter panorámico, la planta se resuelve como un pentágono regular que se completa al este entregándose de manera ortogonal. Las dos fachadas que se abren al mar (suroeste y noroeste) se reservan para el porche-balcón y para el comedor-estar; aquí un gran hueco enmarca las vistas al cabo de Fisterra. Al este, en planta baja, se resuelve un dormitorio, el aseo y la cocina. El centro de la planta lo ocupa la escalera que se presenta como un gran pilar vaciado, que da acceso a la habitación principal y apoyo a la estructura de cubierta. El dormitorio de planta alta mira al Pindo y vuelca sobre el porche y el estar-comedor.

Se proyecta una losa de hormigón armado que toca el terreno en su fachada este y se eleva asomándose a la ladera por encima de la vegetación y presentándose como una terraza- mirador al oeste. Dicha plataforma descarga sobre pilares que reducen al mínimo su sección en el contacto con el terreno, posándose si alterar prácticamente su topografía y sorteando los muretes existentes. Sobre ella, se sitúa la vivienda resuelta en madera.

En la fachada al camino de acceso la vivienda, se presenta como una humilde construcción resuelta a dos aguas que remite a una tipología concreta que cuenta con varios ejemplos en la zona: pequeñas viviendas de geometría sencilla que se engalanan al presentarse a la vía de acceso con recursos sencillos como petos que ocultan el material de cubierta, simetrías de clara vocación compositiva y remates ornamentales. Nuestra vivienda propone un guiño a estas edificaciones; se proyecta con un canalón oculto que genera un pequeño peto y presenta una prominencia en el eje de la fachada este que resuelve un filtro para el dormitorio del bajocubierta y la ventana del aseo de planta baja.

Tal como exige la solución para una situación tan expuesta, la cubierta, a cuatro aguas, cuenta con pendientes pronunciadas dando lugar, así, un generoso volumen interior que enriquece la espacialidad de la vivienda. El juego de visuales en diagonal que se habilitan, tanto en planta como en sección, y la disposición de los huecos que las conectan con el exterior aumentan la sensación de amplitud.

SOSTENIBILIDAD

La estructura de hormigón armado que separa la edificación del terreno permite reducir el contacto con éste a lo mínimo imprescindible. Se evita, así, una importante alteración del sustrato rocoso que conllevaría una elevada inversión de recursos económicos y energéticos y la modificación de las escorrentías superficiales y subsuperficiales; cuestiones que consideramos especialmente relevantes en un territorio como el que nos ocupa, rural y con alto valor paisajístico y cultural.

Sobre esta losa, se resuelve una envolvente de altas prestaciones resuelta en madera, con altos niveles de aislamiento y que se completa con láminas reguladoras de vapor que garantizan su impermeabilización, su estanqueidad al aire y la durabilidad de sus cerramientos al promover la eliminación de cualquier tipo de condensación intersticial. Un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor permite un control de la calidad del aire interior con una pérdida mínima de energía calórica. El sistema de calefacción que resuelve la reducida demanda de la vivienda se limita a una pequeña resistencia eléctrica en este sistema de renovación.

La elección de la parcela por parte de los clientes respondía principalmente a las vistas al mar y, en concreto, al Cabo de Finisterre. Por ello, fue una premisa ineludible que la vivienda de abriera con dos grandes huecos: al suroeste, en el porche-balcón y al noroeste, en el estar. El porche, protegido por el resto de la vivienda de los vientos fríos del nordeste, puede resguardarse de los temporales (viento suroeste) mediante una contraventana corredera. Igualmente, una contraventana exterior permitirá protegerse del soleamiento de última hora los días calurosos del verano.

MADERA

Los cerramientos verticales de madera se resolvieron con entramado ligero formado por escuadrías de pino silvestre aserrado y tablero OSB-3 y su revestimiento con tabla termotratada, de pino silvestre colocada en vertical y fijada con tornillería de acero inoxidable; entre ella y el rastrelado que configura la cámara de aire ventilada se interpuso una lámina impermeable negra. Esta solución evita la acumulación de agua, protege de la misma al rastrelado y, si fuera necesario, posibilitaría la sustitución de una única tabla de manera independiente.

La estabilidad y durabilidad propias de la madera utilizada y su disposición permite no darle ningún tipo de acabado, promoviendo un agrisamiento paulatino que dará cuenta del tiempo y las orientaciones pero que, al no contar con elementos de protección (aleros) en ninguna de sus caras, tendrá un carácter homogéneo en cada una de las superficies. Esta cualidad cromática es una de las estrategias clave del proyecto, que pretende integrase en un territorio caracterizado por la presencia de afloramientos graníticos y construcciones tradicionales ejecutadas con fábricas de la misma piedra.

Las carpinterías se resuelven con madera de castaño laminado atendiendo a su durabilidad, estabilidad y calidad estética. Esta se presenta con un acabado traslúcido en el interior y con un acabado opaco al exterior. Las pendientes y curvaturas de sus elementos horizontales garantizarán la rápida evacuación del agua de lluvia alargando su vida útil.

La estructura de cubierta, a cuatro aguas, se resuelve con un doble orden de vigas de eucalipto laminado y correas de abeto laminado. De esta forma, la madera que se muestra en el interior, frondosa de alta densidad (baja velocidad de carbonización) y prestaciones mecánicas, permite afinar la sección de los elementos. Las correas están protegidas de la humedad por láminas reguladoras de vapor y de una posible situación de fuego por el falso techo; esto nos permite el uso de una madera de baja durabilidad y densidad, siendo esta última característica una ventaja al estar situada en el paquete aislante. Para el cielo raso, se usaron paneles de virutas de madera aglomeradas con cemento para mejorar de forma notable el confort acústico reduciendo la reverberación.

La estructura de cubierta se organiza con una distribución radial que apoya, en su centro, sobre la caja de la escalera resuelta con un entramado de escuadras de madera de eucalipto y tablero contrachapado de abedul. Unas cerchas atirantadas con cables de acero dan apoyo a la limas igualando su luz (y, por lo tanto, sus dimensiones) al resto de los elementos, y desviando las cargas a los apoyos de hormigón de la losa, facilitando los voladizos de los vértices de la misma.

Para ajustar los tiempos de montaje en un clima propenso a largas temporadas con lluvias, se elaboró un modelo 3D en Cadwork que permitió llevar a obra todas las piezas cortadas y los paneles de entramado ligero prefabricados en taller. Con un pequeño camión grúa se transportó y se colocó toda la estructura en obra en un plazo de dos días.