CASAS EAD // BOJAUS

Las casas EAD muestran la clara vocación de construir una pieza unitaria, cuando se trata en realidad de dos viviendas para dos familias con necesidades bien distintas. Este conflicto entre unidad y dualidad se afronta con la toma de dos decisiones: La forma de la planta, un cuadrado perfecto; y la imposición de una trama isótropa de 16 cuadrados que sirve para organizar ambos programas en un único esquema. Estas unidades son indistintamente los dormitorios, baños, vestidores, despachos, escaleras y patios que articulan el programa y construyen literalmente la planta superior del edificio. Las distintas estancias pueden independizarse o sumarse entre sí gracias a un sistema de paneles móviles que permite diferentes configuraciones del espacio en la planta superior. La planta baja queda completamente diáfana en ambas casas gracias a la estructura de vigas de canto que sigue la modulación de la planta superior. Las dos familias, al margen de sus diferentes necesidades, compartían la idea de un programa muy abierto y una organización indefinida que permitiera cambiar los usos en un futuro.

Un sistema de muros de hormigón sirve para construir los sótanos y piscinas, así como el apoyo del edificio y la contención del terreno con un fuerte desnivel en la calle, de hasta dos metros. Sobre los muros de hormigón visto, a una cota de 2.10m se apoya la estructura de madera contralaminada.

Las casas se aíslan así de su entorno a través de dos operaciones. En primer lugar aprovechando el desnivel del terreno y situando los jardines y los grandes huecos de planta baja en un nivel inferior al de la calle. En segundo lugar, la introducción de un patio en el nivel superior permite minimizar la apertura de huecos que dan a la calle. El resultado es un edificio ciego, volcado hacia el interior, autónomo, como su planta cuadrada sugiere.