Escuela Infantil 0-3 Años en Lezkairu // AAMUTILVA ARQUITECTOS ASOCIADOS SLP
El edificio nace de dos objetivos generadores:
Conseguir un edificio que además de dar respuesta al programa funcional, trascienda hasta conseguir la calidad arquitectónica ambiental que se desprende del documento adjunto al pliego: Programa y organización de los espacios del Nuevo centro Educativo del Soto Lezkairu.
Se ha pretendido huir de una estructura organizativa rígida de aulas en batería adosadas a una circulación lineal, priorizando que el edifico se genere alrededor de la plaza central y que la relación con el espacio exterior tenga una carácter perimetral y orgánico.ç
También se ha procurado despojar a la propuesta de un innecesario protagonismo arquitectónico en favor de la creación de un territorio infantil, rico y pedagógico.
Para ello se ha partido de la decisión de un acceso al edifico centrado a la parcela incorporando el triángulo noroeste no apto para la edificación como plaza previa de acogida.
Como criterio generador de la propuesta, básico para la concepción del edificio como de consumo casi nulo, se ha optado por un sistema constructivo a base de paneles de madera laminada que incorporan un sistema estructural y de cierre sostenible y de altas capacidades bioclimáticas. Este sistema además de mejorar el aislamiento perimetral, nos aportan la posibilidad de concebir la arquitectura como un ejercicio de papiroflexia que conjuga simplicidad y calidad visual.
Desde esta decisión tectónica, se ha transcendido a concebir el edificio por una yuxtaposición de volúmenes a dos aguas cubierto por una lámina continua que se pliega en una morfología de cubiertas inclinadas con directriz norte sur. Esta concepción volumétrica nos facilita un soporte idóneo para la sujeción de placas solares fotovoltaicas sobre los faldones inclinados a sur con una pendiente de 43º, óptima para la apuesta energética del edificio.
DESCRIPCIÓN FUNCIONAL
Las entradas al edificio se resuelven desde el triángulo noroeste con visibilidad desde la rotonda de la zona noreste de la urbanización.
Este espacio se diseña como un espacio verde de acogida a los usuarios de la Escuela Infantil mediante una pérgola en continuidad de la Plaza Central.
El acceso de servicio: personal, aprovisionamientos, alimentos, se resuelve desde la calle rodada Valle de Egües, en la parte donde existe un vado en continuidad de la calle José Manuel Baena. Los accesos se completan con el acceso de mantenimiento de jardines en la misma calle Valle de Egües donde se sitúa un pequeño almacén de jardinería.
Desde ese núcleo de la parcela, el patio que tiene una consideración de espacio perimetral asciende hacia el Noreste y desciende hacia la calle. De esta forma, el edificio se implanta de forma que se minimicen las alteraciones paisajísticas y los movimientos de tierras.
Desde la pérgola se accede a través de una cancela a la plaza central. Dentro de espacio de cancela se emplaza el guarda coches-silletas y como cierre parcial de ese espacio se ubica el almacén interior para material pedagógico Se ha tenido especial cuidado en el diseño de la plaza central, como un pulmón interior desde el que se accede a la mayoría de los espacios. La plaza alberga también el taller central como un espacio acotado con carácter escultórico y un pequeño anfiteatro que establece un diálogo con la pieza de taller. El espacio central tiene su réplica en sendos espacios vestibulares a modo de plazas secundarias para organizar el acceso a los diferentes espacios docentes.
La plaza central se prolonga hacia el exterior configurándose el porche como un espacio en continuidad de la plaza.
Los espacios de servicios se agrupan en un volumen diferenciado que nace desde su acceso a nivel de calle y que confluye con el patio central, yuxtaponiéndose la zona de administración y la cocina a la parte de la Plaza más cercana a la entrada. De este modo la cocina y la zona de administración tiene una relación de transparencia con la plaza, participando de la vida diaria del centro.
Toda la escuela infantil se sitúa en la misma cota, sin barreras arquitectónicas. El volumen de servicios resuelve la diferente cota de acceso mediante una rampa exterior.
El espacio exterior perimetral se diseña como una sucesión de terrazas en diferentes niveles y materiales para acomodarse a las rasantes del terreno, procurando dar respuesta al concepto metafórico del jardín de los secretos.
La macla volumétrica propuesta va dando respuesta a los cinco grupos infantiles y el grupo de familias.
Los dos grupos para lactantes y el espacio familiar se sitúan en la parte norte de la plaza y los tres grupos de 1 a 3 años en la parte sur.
El espacio familiar se sitúa lo más cerca posible de la entrada.
Cada uno de los espacios de grupos responde a los condicionantes del programa. Los espacios
se configuran como elementos abiertos y transparentes, con relación directa hacia los pasillos-espacios de encuentro y hacia al patio- jardín exterior. Los comedores se han colocado en proximidad con las circulaciones para facilitar los servicios.
Tras la simplicidad formal exterior, existe un nivel inferior más complejo donde los espacios se intercomunican y donde se generan espacios con riqueza ambiental y volumétrica. La ubicación central de la plaza y perimetral del espacio exterior posibilitan recorridos cortos y lógicos.
El proyecto nace de las decisiones tomadas como línea argumental del proyecto.
La imagen del edificio es consecuente con el sistema constructivo, la concepción bioclimática, la morfología orgánica de la planta y el programa interior.
Los aprovechamientos en horizontal de la superficie de la parcela disponible permiten un edifico de baja altura que sin perder su presencia como edificio público. La solución permite liberar un gran espacio perimetral como patio.
En consecuencia, el proyecto se concreta en la yuxtaposición de volúmenes lineales con cubierta a dos aguas y directriz este-oeste, permitiendo que la cubierta sirva de soporte para las placas fotovoltaicas con el ángulo y orientación precisos. Las placas solares se incorporan al proyecto como elementos coherentes con la imagen del edificio.
Las fachadas laterales y las cubiertas se revisten de una lámina de Zinc con junta alzada.
Los testeros van respondiendo a la tipología de hueco adecuada para el uso de los espacios interiores, combinándose tableros fenólicos neutros con elementos en color.
La iluminación natural de los espacios centrales del edificio queda garantizada con la apertura de huecos de vidrio en cubierta, con vidrios de control solar y orientación norte. Esto huecos se manifiestan en el exterior como hendiduras en la cubierta de Zinc.
URBANIZACIÓN E INTEGRACIÓN EN EL CONJUNTO.
Para enfatizar la entrada del edifico desde el exterior y continuar el espacio plaza hacia el patio exterior, planteamos una estructura tipo pérgola, realizada en madera laminada tratada y con una cubierta en policarbonato. Se trata de crear elementos para protegerse de la lluvia y que además permitan un sombreamiento parcial de los espacios exteriores.
Las edificaciones próximas correspondientes a las antiguas viviendas de Lezkairu protegen la entrada de los vientos dominantes de norte.
En el diseño del patio se han tenido en cuenta los criterios definidos en los pliegos, como un espacio perimetral que favorece la relación exterior e interior. El espacio exterior variado y dinámico se adapta a un mundo infantil que puede encontrarse cómodo en escalas más reducidas como espacios de amparo y aventura.
PROMOTOR: Ayuntamiento de Pamplona
ARQUITECTURA: AAMUTILVA ARQUITECTOS ASOCIADOS SLP
INGENIERÍA: AM Ingenieros
ESTRUCTURA: FS Estructuras
CONSTRUCTORA: Guillén Obras y Proyectos
EMPLAZAMIENTO: Pamplona, Navarra
AÑO CONSTRUCCIÓN: 2020-2022
SUPERFICIE: 2200,00 m² edificio y 2600,00m² urbanización
PRESUPUESTO: 3.116.478 €