VIVIENDA SALUDABLE Y EFICIENTE EN BENICASIM // GMG Arquitectos

El lugar en el que vivimos afecta y mucho a nuestra salud física y mental, igual que el lugar en el que trabajamos afecta a nuestra productividad y bienestar.

 

 

De ahí la importancia de construir viviendas saludables en las que:

• Respirar un aire de calidad, libre de alérgenos, óxidos de nitrógeno, COV, formaldehído…

• Disfrutar de un lugar confortable, con temperatura y humedad adecuadas, libre de ruidos y con una iluminación y gama de colores de acuerdo con la naturaleza

• Sentirse mejor rodeado de materiales naturales y que además permitan la transpiración del edificio

• Invertir en busca de una mejor calidad de vida y en un valor añadido, sin duda al alza en el mercado inmobiliario.

 

 

Esta vivienda saludable y eficiente construida en Benicasim recoge todos estos principios para dar forma a un hogar donde el confort, el diseño y la eficiencia son los protagonistas.

Eficiencia y Confort Térmico. Suele olvidarse que el confort térmico, al margen de relacionarse con la eficiencia energética, es un factor relativo a la salud que debe cuidarse más allá de la eficiencia energética, algo que desde el principio se tuvo en cuenta en el diseño de esta vivienda.

 

 

La vivienda se planteó desde el principio en base a un diseño bioclimático pasivo, que permitiera, sólo con decisiones de diseño, aprovechar las condiciones climáticas y de soleamiento de la zona para optimizar el confort de la vivienda. El resultado: un diseño de volumen fragmentado, con grandes ventanas y protecciones solares adecuadas, que favorece la captación de radiación solar en invierno y la protección en verano, combinado con una fachada posterior que incluye huecos menores estratégicamente colocados para fomentar la ventilación cruzada.

En busca de ese confort térmico y de la eficiencia energética, la elección de los vidrios y la carpintería adecuados es fundamental. En esta vivienda, la carpintería exterior de madera, con protección exterior de aluminio Uni One, consigue niveles de estanqueidad y aislamiento óptimos para asegurar la minimización de pérdidas energéticas, y se basa en su mayor parte en una materia prima renovable.

Por otro lado, se estudió estrictamente el espesor del aislamiento para optimizarlo, evitando añadir más del necesario, y se trabajó la composición de toda la envolvente térmica para aumentar la inercia térmica y hacer que la temperatura interior fuera más estable.

Además, la envolvente se diseñó para reducir al mínimo los puentes térmicos dando continuidad a los aislamientos y evitando puntos débiles habituales en viviendas convencionales.

 

 

Elección de materiales saludables. Tan importante es decidir cómo se va a construir la vivienda como con qué materiales se va a construir. En especial, se ha tenido en cuenta la elección de materiales para los acabados superficiales de los paramentos interiores, ya que son con los que se está en permanente contacto y pueden ayudar (o no) a la obtención de una buena calidad del aire. En la elección de materiales y acabados se debe prestar atención a su composición química buscando los que sean más naturales.

Se recurrió a barnices, y pinturas fabricadas 100% con componentes libres de tóxicos, lo que se traduce en una notable mejora de la calidad del aire interior.

Es importante el uso de materiales naturales, que no afecten a la calidad del aire interior ni a la salud de los usuarios: enlucidos y pinturas a la cal o parquet de madera natural también son algunos de los materiales elegidos. En todo caso se tuvo en cuenta que los materiales que formaran parte de la vivienda evitaran emisiones de compuestos orgánicos volátiles y otros contaminantes.

 

 

Diseño adecuado de las instalaciones eléctricas. Toda la instalación eléctrica se diseñó apantallada para conseguir una vivienda libre de campos eléctricos que permita a sus usuarios descansar correctamente, algo fundamental en una vivienda con criterios de salud.

Ahorro de agua y biofilia. Con el objetivo de reducir el consumo de agua, se dispusieron depósitos para la captación y almacenamiento del agua de lluvia, que se utiliza en el riego de la parcela y el huerto, de manera que se recupera para su uso y a la vez se devuelve de manera natural al ciclo del agua.

El diseño biofílico de la vivienda se incorporó con un jardín naturalizado y un pequeño huerto que permite cultivar las verduras de temporada, el cual, situado en la parte trasera de la vivienda permite que los propietarios puedan cultivar sus propias hortalizas y disfrutar del contacto con lo natural.

Como resultado, se consigue una vivienda muy eficiente, con una calidad de aire superior, en la que el diseño y el contacto con lo natural mejoran la calidad de vida de sus usuarios, reduciendo además el impacto sobre el medioambiente.

 

 

 

 

ESTUDIO DE ARQUITECTURA: GMG Arquitectos
ARQUITECTO TÉCNICO: Silverio Soriano
CARPINTERÍA: sistema mixto Uni-One Standard de Uniform
INSTALADOR CARPINTERÍA: Tecnomar ventanas eficientes
FOTOGRAFÍA: Ana Ferrero